Un efecto tangible del debilitamiento económico previsto para este año será el incremento de los peruanos pobres: se espera una variación del PBI cercana al 1,5% y con un fuerte sesgo a la baja, en un contexto en el que 9,1 millones de compatriotas (27,5% de la población) cerraron el 2022 afectados por la escasez de ingresos, es decir, la pobreza monetaria. Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, sostiene que por segundo año consecutivo la pobreza se elevaría, acercándonos al pico de 30,1% de la población (9,8 millones de personas) que dejó el 2020 -tras la llegada del COVID-19-, ya que, dentro de la proyección de 1,6% del PBI, esperan que la pobreza monetaria suba a 28,6%. (Edición sábado)