El factoring avanza céleremente, siendo uno de los productos financieros más demandados por las empresas en años recientes. Pero no está exento de obstáculos, impuestos por las propias compañías. Las empresas, usualmente micro y pequeñas, recurren al factoring para cobrar por adelantado, en menos de una semana, la factura que emiten a la gran compañía a la que le venden sus productos o servicios. El factoring es desarrollado por empresas especializadas en este producto y los bancos. Estos adelantan la liquidez a la mype con cierta tasa de descuento, y así los pequeños empresarios proveedores evitan tener que esperar 60, 90 o 120 días para cobrar su factura, plazos que son fijados por sus compradores (las grandes empresas). Luego, el banco o empresa de factoring cobrará la factura a la gran compañía en los plazos antes señalados.