Un informe publicado el pasado fin de semana por Martin Hidalgo en este Diario reveló que el congresista de Perú Bicentenario José María Balcázar, entonces voceado y hoy flamante presidente de la Comisión de Educación del Parlamento, no cumplía el perfil para ese cargo. Esto porque su formación académica -abogado- no coincide con la temática del grupo de trabajo que encabezará, tampoco ha presidido ninguna comisión legislativa en el pasado y no ha presentado proyectos de ley relacionados con el sector educativo. Sin embargo, no son estas las razones por las que su designación ha levantado revuelo, sino por otras que son mucho más graves. Balcázar ha destacado por sobre sus colegas por sus aberrantes declaraciones para oponerse al proyecto de ley que busca prohibir el matrimonio infantil en el territorio nacional. Como sabe cualquier persona con un mínimo de conocimiento sobre el tema, las uniones entre hombres adultos con niñas y adolescentes en el Perú (que constituyen el 98% de los matrimonios con menores de edad registrados por el Reniec en la última década) terminan siendo, en buena cuenta, una manera de enmascarar un abuso sexual que al final solo duplica el sufrimiento de la víctima. También son un freno para el desarrollo de las menores de edad, pues lastran su crecimiento profesional, perpetuando las desigualdades de género y volviéndolas económicamente dependientes de sus maridos.