Las denuncias contra del presidente del Congreso, Alejandro Soto, se siguen acumulando, pero, al parecer, él prefiere las reuniones a puerta cerrada o, eventualmente, actividades públicas -como la instalación de la Comisión Permanente, ayer-, pero evitando toda proximidad con los periodistas. Esta distancia, sin embargo, se difumina cuando se trata de legisladores de bancadas que apoyaron su postulación a la directiva congresal. Es el caso del vocero de Fuerza Popular, Arturo Alegría, quien señaló que las explicaciones que le dio Soto a él y a un grupo de congresistas han sido "satisfactorias". Lo malo es que nadie las conoce.