Embarrado en el fango de denuncias que parece hundirlo cada vez más, Darwin Espinoza, el empapelado congresista de Acción Popular, vocero de esa bancada a costa de la renuncia de ocho de sus colegas, y cara visible del caso ‘Los Niños’, se sacude e intenta salpicar el lodo que hoy lo envuelve. El legislador, que el año pasado, siendo presidente de la Comisión de Vivienda intercedió por la hoy encarcelada empresaria Sada Goray, continúa avivando aún más el fuego que ya consume al histórico partido de la lampa. Enfrentado públicamente con María del Carmen Alva, una de las ocho renunciantes tras su elección como portavoz hace una semana, Espinoza ha anunciado ayer que denunciará ante la Fiscalía a la expresidenta del Congreso por presunto tráfico de influencias, en su intento por prolongar su bronca con la ahora no agrupada.