Víctor Polay, máximo cabecilla del MRTA, no fue interrogado ayer por el tribunal antiterrorismo que lo juzga, ya que padece, según confesó, lagunas mentales y un presunto desequilibrio mental, que le fue causado por su reclusión y el "aislamiento total" en la Base Naval del Callao desde hace más de diez años.Polay hizo estas revelaciones a través de un documento presentado al tribunal durante la continuación del juicio público al que viene siendo sometido el cabecilla y otros trece emerretistas.El fundador del movimiento subversivo dijo, además, que los desórdenes mentales que padece le fueron causados, en parte, por todos los años de abstinencia sexual que sufre desde que fuera detenido en 1992.Por este motivo, el presidente de la Sala Antiterrorismo, Pablo Talavera, decidió que Polay no sea interrogado hasta que no se le practique un examen psicológico y psiquiátrico.