¿La economía peruana está lo suficientemente preparada para digerir las consecuencias que dejará la ‘Tercera Toma de Lima’? La respuesta es una sola: no. Ya ocurrió hace poco más de medio año durante las protestas de diciembre de 2022 y enero de 2023. Puestos de trabajo paralizados, vuelos cancelados y pasajeros varados, ganaderos afectados, miles de pymes afectadas y la lista podría ampliarse al sector minero, construcción y manufactura.