El próximo 26 de octubre se cumplirán 25 años de la suscripción, en el Palacio de Itamaraty, del Acta de Brasilia. Con ella se puso fin a 150 años de conflicto entre el Perú y Ecuador, por la falta de demarcación de 78 km de frontera. Resulta ilusionante llegar a las bodas de plata de este acuerdo de paz, con la adjudicación -prevista para fines de julio- de la concesión para la construcción y operación del proyecto S.E. Piura Nueva - Frontera. Se trata de una línea de transmisión en 500 kv, con una inversión estimada en US$ 217 millones y de 270 km de extensión, que integrará energéticamente a nuestro país con el Ecuador . Una vez implementada, Perú podrá importar hasta 1,500 MW de potencia y exportar hasta 1,100 MW de excedentes. En una segunda etapa, ambos países podrán transar hasta 2,200 MW de electricidad.Las ventajas de la integración eléctrica entre ambos países no solo son políticas sino económicas, al existir complementariedad hidrológica entre ambos. Dado que las estaciones lluviosas y secas ocurren en momentos distintos: cuando el Perú tiene menor producción de energía por falta de lluvias, es tiempo de avenida en el Ecuador y de mayor producción hidroeléctrica, y viceversa; en consecuencia, la interconexión permite compensar el déficit estacional con la energía que se importe del país vecino, señala María Teresa Quiñones Alayza, socia de QA Legal, profesora de la PUCP y la UP.