EL PETRÓLEO, LAS TASAS DE INTERÉS, CHINA Y EL DÓLAR MARCARÁN EL RITMO
17 de diciembre de 2004

A casi dos semanas de terminar el 2004, el balance de la economía mundial, en términos de actividad productiva, se muestra satisfactorio.Un crecimiento proyectado de 5,0%, el más alto en varios años, una inflación controlada en el orden del 2,4%, favorables balanzas en cuenta corriente de la mayoría de países, son algunas muestras de la recuperación de la actividad global. ¿Los responsables? El avance mostrado por las economías más grandes como Estados Unidos, que creció a un ritmo de 4,3%, Japón (4,4%), pero sobre todo China, país que con un crecimiento de 9,0% se convirtió en uno de los verdaderos motores de la producción mundial. Y verdaderamente dicho país fue la vedette del 2004, pues su creciente demanda por materias primas impulsó la mayoría de los precios de los commodities.Sin embargo, el año tuvo más de un sobresalto. Quizá el más importante sería la disparada del precio internacional de petróleo, variable que arrancó el 2004 en niveles de US$32 el barril, para trepar hacia fines de octubre por encima de los US$50.Para el próximo año las perspectivas de la economía mundial son moderadas (4,3% de crecimiento, según el FMI). Y en términos cualitativos, la mayoría de analistas coincide en que cuatro serán las variables que "moverán" el mundo: los precios del petróleo, el manejo de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, la evolución del dólar frente al euro y, una vez más, el desempeño de China.