La empresaria Sada Goray y el periodista Mauricio Fernandini fueron detenidos por haber caído en contradicciones que complicaron sus situaciones. El juzgado que evaluó las incongruencias y nueva información consideró que si seguían libres había riesgos de impunidad por afectar la investigación de la Fiscalía.Ambos fueron trasladados ayer a otro espacio de la dependencia policial en que pernoctaron. Consultado por los reporteros, Fernandini adujo que estaba bien y Goray solo dejó ver una sonrisa nerviosa, algo confusa.