El desborde del río Huallaga, a causa de las intensas lluvias, ha dejado a varios pueblos de San Martín en una situación lamentable. El panorama en las provincias Mariscal Cáceres, Bellavista, Picota y San Martín es desolador, pues la gente debe vivir en medio de casas destruidas, animales muertos, plantaciones arrasadas y agua sucia con barro que supera el metro y medio de altura. Ante dicha situación, el Gobierno declaró en emergencia, por 30 días, las localidades afectadas por la furia de la naturaleza. El presidente Alan García detalló que la medida regirá en Juanjuí, Bellavista y todos los distritos de Picota y San Martín.Explicó que la emergencia facilitará la acción del Estado para la entrega de semillas, la recuperación de cultivos, la asistencia sanitaria y la rehabilitación de viviendas. También agilizará el uso presupuestal para el drenaje y la evacuación de aguas, así como para la asistencia humanitaria.