La actual conformación de la Comisión de Ética Parlamentaria está por culminar su gestión, pero detrás de sí deja un sinsabor que su gestión blindó a un gran número de "padres de la patria" que enfrentaban graves cuestionamientos, como ser parte de "Los Niños", tener acusaciones de "mochasueldos" o por agredir a familiares o, incluso, a autoridades.La percepción de impunidad en el Primer Poder del Estado es tal que cada vez cobra mayor fuerza aquella frase que para muchos describe el accionar cómplice en el Parlamento: "Otorongo no come otorongo".