Tuvo su oportunidad. ¿Por qué no la tomó? Esta es la pregunta que varios funcionarios del Ministerio de Energía y Minas (MEM) consultados por El Comercio se hacen sobre la exigencia actual de Doe Run para ampliar su Programa de Adecuación de Manejo Ambiental (PAMA) por cuatro años más. Explican que en julio del 2002 el MEM publicó el Decreto Supremo 022, que permitía a las mineras modificar y ampliar sus PAMA pendientes si consideraban que el plazo que tenían era insuficiente.De las 60 unidades mineras con PAMA por culminar, se acogieron 15, y el MEM les otorgó un plazo de entre 12 y 18 meses adicionales para que cumplan con sus programas ambientales. Doe Run, la empresa con uno de los mayores compromisos (US$173,9 millones), no se acogió a esta ampliación, pese a que, según analistas, era una de las más indicadas para hacerlo.José Mogrovejo, vicepresidente de Asuntos Ambientales de Doe Run, señala que el plazo era muy corto, razón por la cual la minera no tomó en consideración esta propuesta. Sin embargo, los funcionarios del MEM consultados señalan que de haberlo hecho, la minera hubiese tenido como plazo hasta el 2009 para cumplir con sus compromisos pendientes.