La Comisión de Ética Parlamentaria sigue cuesta abajo. Ahora es difícil que evalúe de oficio la apertura de una investigación preliminar sobre el viaje de un grupo de congresistas a China por invitación de una entidad comercial privada que sufragó todos los gastos.La presidenta de dicha comisión, Karol Paredes (Acción Popular), figura entre los viajeros y encabeza la delegación. La controversia surge en torno a si existe algún conflicto de interés y se justifica o no la utilidad o necesidad del evento privado para los fines del trabajo parlamentario.