Cuando el presidente Alan García no hizo ninguna mención sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) durante su discurso de una hora y media el pasado 28 de julio ante el Congreso, muchos pensaron que el tema no le importaba mucho. Sin embargo, tal opinión debe haber cambiado luego de que el jefe de Estado anunciara ayer que enviará a casi la mitad de su gabinete de ministros a Washington para intentar convencer a los congresistas estadounidenses -los actuales y los electos, tras la votación del 7 de noviembre- para que den luz verde al pacto comercial con el Perú.El primer mandatario informó que, por su parte, se comunicará personalmente con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para "instarle o pedirle en nombre del país que envíe ya el proyecto del tratado y de su implementación al Congreso" norteamericano.Las gestiones han cobrado nuevos bríos recién cuando el gobierno de Bush afirmara lo que muchos temían: que el tratado sería visto recién el próximo año, con un Legislativo controlado por una mayoría demócrata, que cuestiona la suscripción de acuerdos de libre comercio.