Siete ministros de Estado llegaron el pasado lunes hasta la base contraterrorista de Boca Saniveni, próxima a un pequeño poblado del mismo nombre, que forma parte del convulsionado valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE). La comitiva, presidida por el ministro de Defensa, Allan Wagner, recorrió la zona para informar a la población que esta vez el Estado sí dirá presente. Los ministros fueron recibidos por treinta soldados del Ejército y un número similar de nativos famélicos y con escopetas antiguas, que integran uno de los 467 comités de autodefensa de la zona. Ambos grupos han participado activamente en la pacificación de la región durante el reinado del terrorismo, pero ayer recibieron por primera vez la visita de representantes del Gobierno. El ministro Wagner les agradeció su destacada lucha y les informó que su presencia en el lugar servirá para definir las obras prioritarias para el VRAE. "No es una promesa, es un compromiso", afirmó el titular de Defensa. Los ministros Pilar Mazzetti (Interior), Juan Valdivia (Agricultura), Verónica Zavala (Transportes), Hernán Garrido Lecca (Vivienda), Carlos Vallejos (Salud), Virginia Borra (Mujer y Desarrollo Social) anunciaron también sus intenciones de comprometerse con el desarrollo del VRAE, actualmente en estado de emergencia, con peligrosos remanentes terroristas en alianza con el narcotráfico. Al trabajo conjunto de los ministerios se le ha denominado Plan de Opción de Paz y Desarrollo para los Pueblos de los ríos Apurímac y Ene y entraría en vigencia a partir del 2007.