El caos ha seguido rodeando al expresidente Pedro Castillo. Si su gobierno careció de claras orientaciones y cohesión, hoy conduce un equipo legal donde los quiebres se agudizan y son aún más constantes. El origen sería la pugna por el protagonismo. Ello ha derivado, por ejemplo, en la reciente salida de Walter Ayala del grupo de abogados defensores del golpista.