Las largas colas de vehículos a gas licuado de petróleo (GLP) en grifos de Lima y el interior del país, de hace pocos días, fueron atribuidas, además de los oleajes anómalos en el litoral que obligaron al cierre de puertos (por donde se transporta mayormente ese gas), a la falta de inversión privada para aumentar la capacidad de almacenaje que asegure su suministro.Gustavo Navarro, exdirector general de hidrocarburos del Minem, recuerda que, en la última década, solo dos empresas han invertido en infraestructura de almacenamiento: Solgas en el Callao y Petroperú en Talara.Sin embargo, la medida del Minem para que las empresas dispusieran de sus stocks de reserva de GLP a fin de priorizar su entrega para consumo doméstico en balones, dejando sin suministro al gas para uso vehicular, demuestra que la capacidad de almacenaje existente es totalmente insuficiente.