Ayer, entrevistado por El Comercio, el contralor general de la República, Nelson Shack, cifró un mal que suele acaparar las portadas de los medios de prensa prácticamente cada semana y que los peruanos consideramos con frecuencia el principal problema del Perú en cuanta medición se haga al respecto (hace un año, por ejemplo, una encuesta de El Comercio-Ipsos reveló que el 54% de la ciudadanía lo consideraba la tara mayor de este país): la corrupción. Según la institución que Shack preside, en todo el 2022, este flagelo le costó al país la friolera de S/24.419 millones. Una cantidad de dinero que alcanzaría, según el contralor, para construir "dos autopistas centrales".