Acaba de publicarse el informe de la CIDH sobre las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte. En el punto 32 del referido informe se indica que nuestra economía "está basada en un modelo extractivista, cuyas regalías no han contribuido a reducir significativamente la desigualdad ni han traído desarrollo a las regiones donde predominan los pueblos indígenas y las comunidades campesinas". Al margen de las discrepancias con otros puntos del informe, tomo en especial el punto 32.Antes de continuar, una acotación. El informe intenta en vano -en el punto 32- demostrar que eso llamado modelo económico extractivista es una de las causas estructurales de la irritación ciudadana. Semejante intento de legitimar las protestas no coinciden con la realidad.Ahora bien. Tomemos a la minería moderna como un ejemplo del "modelo extractivista". Hoy solo un obtuso ideológico podría negar la enorme contribución de la minería moderna sobre todo en las zonas aledañas y comunidades rurales. La minería moderna no solo es el principal motor de la economía sino además ha generado reducción de pobreza y creación de empleos directos e indirectos, señala Iván Arenas.