El anuncio del ministro de Trabajo, Alfonso Adrianzén, hecho ayer en Perú21, sobre la evaluación de la licencia sindical otorgada, o mejor dicho regalada, al gremio magisterial de Pedro Castillo ha demorado, pero finalmente llegó.Y tenía que revisarse pues esa patente fue manufacturada, como se sabe, entre gallos y medianoche, gracias a que Castillo puso en el Ministerio de Trabajo a un personaje afín a ese sindicato, Iber Maraví, a quien coloridos atestados policiales señalaban como miembro de Sendero Luminoso.Si el profesor chotano no se hubiese instalado en Palacio, la Fenatep nunca hubiese visto la luz como sindicato reconocido, por su casi clandestino nivel de representatividad en el magisterio.