La inversión privada se muestra como uno de los componentes más débiles del PBI desde el 2022. En el presente año apunta a repetir una contracción y ello se refleja en la confianza empresarial.Al respecto, según la última encuesta de expectativas empresariales del Banco Central de Reserva (BCR), realizada en marzo y que tomó una muestra representativa de empresas de los diversos sectores económicos del país, el 71% de las compañías encuestadas prevé reducir o mantener invariables sus inversiones en el 2023 respecto del 2022, mientras que solo un 28% tendría la intención de ampliarla. En detalle, el 34% disminuirá sus inversiones, y el 37% las mantendrá en el nivel del año pasado.