El 4 de abril último, el ministro de Energía y Minas, Oscar Vera, reveló a Gestión la decisión del Gobierno de que Petroperú asuma la operación de cuatro lotes petroleros en la cuenca Talara (noroeste) cuyos contratos vencerán entre los años 2023 y 2024.En esa ocasión, el titular del Minem detalló que los lotes que la petrolera estatal asumirá este año en contratos de largo plazo (a 30 años) son el Lote I (que ya opera pero con contrato por 24 meses) y los lotes VI (operado por Sapet) y Z-2B (a cargo de Savia), y que el próximo año pasará a manejar el Lote X (explotado por CNPC). Esos cuatro lotes (que en los últimos 30 años han sido operados por privados) producen en conjunto 20 mil barriles en promedio diario (bpd), es decir la mitad de la actual producción petrolera nacional. Pero lo que ha llamado la atención es que el ministro haya referido que Petroperú asumiría esos yacimientos sin un socio estratégico, argumentando que, con el volumen de crudo que pasará a manejar y los ingresos que podría percibir por ello, le permitirán cubrir el costo de producción y mantenimiento de esas áreas.