Verónika Mendoza, la derrotada candidata presidencial de Juntos por el Perú durante las últimas elecciones y lideresa de Nuevo Perú, interviene poco en el debate político nacional. Coloca algunos mensajes en las redes y concede de vez en cuando alguna entrevista, pero en general practica la hibernación que caracteriza en nuestro país a tantos aspirantes sin suerte que quisieran volver al ruedo electoral en una futura ocasión.