Uno de los factores detrás de la desaceleración de la economía peruana se relaciona con la menor inversión privada. Si bien parte de este resultado obedece a la finalización de grandes proyectos mineros, también refleja los pocos esfuerzos de los últimos dos años para brindar un entorno más favorable para la ejecución de inversiones de talla mundial. La debilidad que se anticipa para el 2023 no solo traerá repercusiones inmediatas en la generación de mejores empleos, sino que también limitará el potencial de crecimiento del Perú hacia futuro.(Edición domingo).