La inversión privada es uno de los principales motores de crecimiento del país. Sin embargo, en el 2022 se vio estancado por la conflictividad social y política que afrontó el Perú.Ya las proyecciones desde el inicio del año pasado preveían una contracción de la inversión privada, pero más grande de la que se tuvo. Por ejemplo, el BBVA Research a finales de enero preveía una contracción de 5.4% y el BCP decía que lo haría en 2.5%.Pero durante el año, la situación cambió y la caída fue más suave. De acuerdo con el Informe Macroeconómico del Banco Central de Reserva (BCR), la inversión privada cerró el 2022 con una contracción de 0.5%.