Hace 45 días, la unidad minera San Rafael no produce ni un gramo de concentrado de estaño. La compañía Minsur, que opera este yacimiento en la provincia puneña de Melgar, suspendió operaciones el último 11 de enero, en duelo por las muertes ocurridas en Juliaca.Desde entonces, la mina solo realiza actividades de cuidado y mantenimiento ambiental dentro de la operación. La prolongación de las protestas sociales para exigir la renuncia de la presidenta Boluarte le impide trabajar. Sus voceros explicaron que las afectaciones son millonarias para la compañía de capitales peruanos (grupo Breca) y el Estado. A la fecha, se calcula una pérdida de 472 millones de soles por ventas de mineral concentrado que no pudieron colocarse en el mercado internacional.De esa cifra, se estima que el Estado peruano dejó de percibir S/124 millones de Impuesto a la Renta (IR), regalías e Impuesto Especial a la Minería.