LA OPERARIA
21 de febrero de 2023

Hay dos verdades que la retórica izquierdista no puede alterar por más que intente: lo que Pedro Castillo puso en marcha el 7 de diciembre con su mensaje a la nación fue un golpe de Estado y el principal responsable de ese acto delictivo no fue otro que él mismo. Todos los esfuerzos de los sectores afines a él que tratan de imponer las especies falaces de que el golpe lo dio en realidad el Congreso o de que el expresidente se lanzó a romper el orden constitucional porque determinadas personas de su entorno lo persuadieron de hacerlo forman parte de una retórica destinada a mostrar su falta de sustancia en el corto plazo.Eso, sin embargo, no quiere decir que todos los exministros y asesores que hoy pretenden haber sido poco menos que sorprendidos espectadores de su arrebato totalitario estén diciendo la verdad.