Un caso emblemático. En marzo del 2004 la ONG de Dinamarca, Rebelión, reconoció que dio un aporte económico a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y causó un revuelo en ese país, que pidió al gobierno danés que adopte drásticas medidas.La ONG realizó una actividad pro fondos a favor de las FARC, a la cual le entregó US$8,500. Luego, una de sus voceras, Cristine Lundgaard, admitió a medios colombianos que seguía financiando a las FARC y que le seguiría brindando su apoyo. Lundgaard causó la total indignación del país cafetero cuando responsabilizó al gobierno de Alvaro Uribe de ser el responsable del 80% de las matanzas que ocurren en el país y acusarlo de ser el que más viola los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. (Edición domingo).
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