El distrito cusqueño de Machu Picchu se estaba recuperando del golpe de la pandemia; sin embargo, a mediados de enero, el servicio de trenes se restringió y se cerraron las puertas de su reconocida ciudadela inca debido a las manifestaciones y bloqueos contra el gobierno de Dina Boluarte. Esto ha traído una pérdida estimada de dos millones y medio de soles diarios a escala distrital y de siete millones de soles en toda la región, según la Cámara de Comercio y Turismo de Machu Picchu."La reducción de los ingresos ha sido al 100% porque el turista que no llega a Machu Picchu no genera un consumo de servicios, como hoteles, restaurantes, guías, etc. Todo se mueve en base al turismo", aseveró Maycol Ugarte, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Machu Picchu.Las 7.500 familias del distrito y de l as comunidades de Machu Picchu (Aguas Calientes) están siendo afectadas. El 100% de establecimientos turísticos ha cerrado sus puertas y se ha aplicado la suspensión perfecta a muchos colaboradores por la nula demanda turística. Los paquetes turísticos vendidos con una anterioridad de tres a cuatro meses se han cancelado en un 80%, con perjuicio en las reservas de Semana Santa.