Un Estado que controla los fondos -y con ello los contenidos- de las ONGs que operan en nuestro país con financiación extranjera vulnera el principio básico de toda democracia que se precie, que es la libertad de expresión. Por eso ayer no fue extraño que términos como "dictadura" y "fujimorismo" fueran empleados por directivos de medios de reconocido prestigio e independencia para argumentar los motivos por los que el Ejecutivo debe observar la ley que interviene las ONGs. Por un lado estaba el contenido de la ley, que convierte a la APCI en un embudo por medio del cual el Estado (el gobierno) determina qué ONGs pueden trabajar en Perú o no. Por otro lado, nadie olvidaba que la iniciativa de Alianza por el Futuro no hubiera podido salir adelante sin la ayuda inestimable del Apra. Ya el periodista Gustavo Gorriti definió el proyecto de ley con una sola frase: "el retorno espiritual del fujimorismo al poder".(Edición domingo).