Los efectos de nuestra crisis ya comienzan a repercutir en el mercado internacional del cobre, uno de los principales metales industriales. No en vano somos el segundo exportador mundial de ese metal, con casi el 11% del total mundial.Como resultado de los bloqueos de carreteras y los desbordes de violencia, algunas de las operaciones más importantes del país, como Las Bambas (2% de la producción mundial), se han visto obligadas a suspender sus operaciones. Casi el 30% de la producción nacional de cobre está siendo amenazada por la ola de movilizaciones en el sur del país.Estas disrupciones, aunadas a la proyección de un mayor consumo chino tras la eliminación de las restricciones por la pandemia en ese país, han generado un incremento de casi 20% en el precio del cobre. El escenario futuro resulta aún más complejo debido a la ausencia de grandes proyectos y el notable crecimiento de la demanda asociada a la transición energética, señala Pablo de la Flor.(Edición sábado).