"Somos los olvidados", reclama el ayacuchano Ronald Oré, quien arribó a la capital hace más de una semana para la "Toma de Lima". Como Oré, cientos de manifestantes se desplazan hasta el centro de la ciudad para demandar la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. Los más de 50 fallecidos durante las marchas no los amilana.Pero no solo se trata de exigencia de la dimisión de Boluarte. Las demandas son también por la desigualdad y el aislamiento históricos: "El Estado no nos cuenta", afirma Ronald Oré, un agricultor.La mayoría de manifestantes instalados en Lima provienen de Cusco, Apurímac, Huancavelica, Puno y Cajamarca. Precisamente, esta parte del país registra altos índices de pobreza monetaria y trabajos informales, según los reportes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) al 2021.