Mientras que en el 2019 la mayoría de los sectores pudieron, en mayor o menor medida, cerrar parte de su brecha de infraestructura de servicios públicos, no ha ocurrido lo mismo en los años posteriores.Así, por ejemplo, de acuerdo con el último reporte del Ositran, las inversiones en infraestructura de transporte público concesionada sumaron US$ 558 millones en el 2022, lo que originó una caída de 28%, respecto al 2021 (US$ 778 millones).La explicación fue el menor gasto de las empresas concesionarias -supervisadas por Ositran- en infraestructura ferroviaria y vial.