El caos de los últimos dos meses ya nos está pasando factura. Este año nuestro crecimiento apenas superará el 1%, con menor empleo y más pobreza. Por si ello fuera poco, la inflación viene aumentando debido al encarecimiento de productos de primera necesidad, consecuencia directa de los bloqueos.En momentos en que se proyectan mayores precios para el cobre como consecuencia de la reactivación china y el oro alcanza altos históricos, nuestra producción minera se ve severamente golpeada. Las movilizaciones violentas han puesto en jaque a algunas de las principales operaciones del país, sobre todo, en el Corredor Minero del Sur.Además de los ataques directos, las empresas han debido lidiar con la escasez de insumos y las dificultades en el traslado de su producción a puertos. Expresión de ello es la reciente suspensión de Las Bambas (LB), que amenaza los ingresos de 75,000 trabajadores y proveedores. Cada día de paralización se traduce en la pérdida de impuestos para el Estado de más de S/6 millones, la mitad de los cuales se transfiere a los gobiernos locales de Apurímac, vía canon, señala Pablo de la Flor. (Edición sábado).