Ayer, tras dos días y cuatro postergaciones, el Congreso finalmente votó una propuesta elaborada por la Comisión de Constitución para adelantar las elecciones generales a diciembre del 2023. Esta establecía, además, que los nuevos legisladores asumirían funciones el 30 de abril del 2024, mientras que el nuevo presidente lo haría un día después, y que todos concluirían funciones en julio del 2026 (es decir, el mandato de estas autoridades tendría un carácter "complementario").En la víspera, como mencionamos en El Comercio, el titular del Parlamento, José Williams, había adelantado en sus redes sociales que tantas postergaciones para esta importante sesión se debían a que en la interna las bancadas venían tratando de acordar una fórmula que generara la mayor cantidad de adhesiones posibles. Como sabemos, se necesitan 87 votos en dos legislaturas para aprobar esta reforma constitucional o, en su defecto, al menos 66 para luego ratificarla a través de un referéndum. Ayer, sin embargo, no se consiguió ni lo uno ni lo otro.