El Oleoducto Norperuano (ONP) fue blanco de ataques por parte de manifestantes que "canalizan sus reclamos dañando una infraestructura pública indispensable para la producción de petróleo", cuestionó la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH). Agregó que los actos vandálicos no solo significan el riesgo inminente de un derrame, sino la posibilidad de una explosión con graves consecuencias como la pérdida de vidas y la afectación de los ecosistemas de la zona.