Alan García parece decidido a escribir de puño y letra la agenda nacional. Ya no quiere la evaluación a los 100 días de su gobierno ocupe la atención nacional, esta vez puso sobre el tapete sus cuestionamientos a la labor parlamentaria , e incluso -muy ligado a la coyuntura- propuso pena de muerte para los terroristas y hasta intervención en las universidades si es que se comprueba la presencia sibversiva.El Jefe de Estado lamentó que sólo ocho de los 49 proyectos que envió el Ejecutivo al Congreso hayan sido aprobados, por lo que acusó a este poder de impedirle gobernar con eficacia. Indicó que una de estas iniciativas, que aún no ha sido aprobada, es importantísima, pues abrevia las contrataciones y adquisiciones en EsSalud.