VIOLENCIA Y DESACELERACIÓN
15 de enero de 2023

Resulta cada vez más evidente que los desmanes violentos de las últimas semanas no se han dado por generación espontánea, sino que responden a una lógica perversa cuyo propósito último es imponer una agenda de demandas reñidas con nuestro ordenamiento democrático.La toma de aeropuertos, incendio de oficinas públicas, destrucción de propiedad privada, saqueos y otros desbordes no tiene nada que ver con el legítimo derecho a la protesta que asiste a todo ciudadano para expresar libremente sus opiniones y preferencias. En ello debemos ser muy claros.Por el contrario, estamos frente a actos que buscan erosionar nuestro precario ordenamiento institucional, sembrar el caos y ahondar los enfrentamientos, con las lamentables pérdidas de vidas que ya conocemos, señala Pablo de la Flor.(Edición sábado).