Cajamarca es un departamento lleno de contrastes, no solo por su geografía, su clima y su población, sino también por las grandes desigualdades que existen, pues así como la minería ha beneficiado a muchos lugareños, hay un enorme sector rural que se siente excluido de esta bonanza y mira con desconfianza a los que explotan las tierras y se llevan los minerales que hoy son muy bien cotizados en el extranjero. El reciente conflicto entre los campesinos de Combayo y la minera Yanacocha (que llegó a una solución definitiva el pasado 23 de setiembre) no es el único, pero la serie de factores que lo desencadenaron deben analizarse para encontrar una solución integral. Un extenso estudio denominado Contribuciones para una visión del desarrollo de Cajamarca, editado por Francisco Guerra García, propone en nueve volúmenes una serie de lineamientos para una política de desarrollo económico y social de este deprimido departamento. Uno de los resultados más saltantes de este estudio es el demográfico, sobre todo porque Cajamarca es el departamento andino con mayor población (1'359,023 habitantes en 2005). Después de Lima, esta región se ha convertido en la principal fuente de migrantes. En 1981, por cada persona que entraba a residir a Cajamarca salían 5.88. En 1993, este ratio creció a 6.27. Es decir, el departamento tuvo una 'pérdida neta' de población de unas 34 mil personas por año en este período.