Este martes, una mayoría de la representación nacional le otorgó al equipo ministerial que encabeza Alberto Otárola la confianza que había ido a solicitar al Congreso y, con ello, la posibilidad de ir adelante con la gestión iniciada al momento de jurar frente a la presidenta Dina Boluarte. A pesar de los esfuerzos de las bancadas de izquierda y algunos aliados de ocasión por obstaculizar el cumplimiento de esa exigencia constitucional, el Gabinete cosechó 73 votos a favor, 43 en contra y seis abstenciones.El mandato, pues, ha sido inobjetable y lo que le toca ahora al referido equipo es estar a la altura de la responsabilidad asumida. Es decir, empezar a ejercer el poder cabalmente y no con ese ánimo de provisionalidad que transmite la jefa del Estado con sus marchas y contramarchas en diversos temas (empezando por la designación de funcionarios claves, como el jefe de la DINI), y con su permanente señalamiento de que el suyo sería un gobierno de transición.