El turismo ha recibido todos los golpes que viene dejando la extrema violencia desatada en las protestas en el sur del país. La imagen del Perú por estos días no es precisamente Machu Picchu: son los bloqueos de vías, los enfrentamientos, la destrucción de los bienes públicos y privados, el caos. El turista está cada vez más lejos. No quiere correr riesgos. No se siente seguro. No quiere venir.Cusco, nuestro principal destino turístico, no es elmismo Cusco de la primera semana de diciembre. Las violentas manifestaciones han provocado la cancelación del 90% de los paquetes turísticos a esta región hasta el primer semestre del año, informó a Perú21 Jhon Gonzales, de la Cámara de Comercio e Industria de Cusco.