Los rostros del terror que impusieron la violencia extrema en las protestas de diciembre último en Arequipa parecen empezar a descubrirse. Aquellos que estuvieron detrás de los saqueos y destrozos a las instituciones públicas, que atacaron el aeropuerto y sembraron el miedo por unos días podrían comenzar a pagar su equivocada intención.La fiscal del Crimen Organizado de esta región, Alejandra Cárdenas, ha dispuesto que se investigue por presunto delito de organización criminal a 13 dirigentes que estarían involucrados en estos hechos de violencia. Los identificados, en su mayoría, tienen vínculos con la minería ilegal.(Edición sábado).