Las actividades económicas que causan mayor daño al medio ambiente son la minería, la tala y la pesca ilegales. Y el Perú "destaca" en las tres. A pesar del notable crecimiento económico que el país logró hasta antes de la pandemia, muy poco pudo hacerse para reducir la presencia de la ilegalidad. Entre las causas de ese fracaso figura la remota ubicación de los lugares de extracción de recursos, con una presencia del Estado casi nula, lo que dificulta el control y la fiscalización. Aunque quizás la principal sea el desinterés de las autoridades, incluidos gobiernos regionales y locales donde existen tales prácticas.