La última crisis política en Perú, que resultó en el sexto presidente del país en cinco años, refuerza el entorno político profundamente polarizado que ha erosionado constantemente la gobernabilidad y la estabilidad en los últimos años, dijo ayer Fitch Ratings."Por extensión, la última agitación política plantea riesgos económicos y fiscales negativos y prolonga la incertidumbre", anotó la agencia de calificación crediticia en un comunicado.