FUE AYER Y NO ME ACUERDO
11 de diciembre de 2022

En los días que han seguido al golpe de Estado de Pedro Castillo y a la posterior asunción de Dina Boluarte como presidenta de la República, distintas personas cercanas o afines al régimen extinto se han esforzado por ensayar explicaciones y elaborar coartadas para lo ocurrido. En todos los casos, el ridículo y la desvergüenza han sido ingredientes centrales en la confección de estas teorías y, si no tuviesen que ver con un asunto tan grave como un intento por destruir nuestro orden constitucional, podrían resultarnos hasta desopilantes."Lo que hizo el presidente fue emitir su opinión", fue lo que dijo, por ejemplo, el parlamentario Pasión Dávila del Bloque Magisterial (BM), a propósito del mensaje a la nación en el que el ex jefe del Estado anunció lo que aquí y en cualquier otra democracia del mundo se entendería como un golpe. Otros, como la legisladora Katy Ugarte, también del BM, han querido negar lo sucedido alegando desfachatadamente que el expresidente no lo puso por escrito: "Solo fue un decir", ha dicho. Una tesis que comparte el abogado de Castillo, Víctor Pérez Liendo. En todos los casos, al no poder negar lo que todo el país escuchó en televisión nacional la mañana del miércoles 7, parecen querer pasar lo ocurrido (no se podría entender de otra manera) como un incomprendido ejercicio de retórica. Como si quisieran tomarnos el pelo a todos los peruanos. (Edición sábado).