A la nueva presidenta del Consejo de Ministros, Betssy Chávez, sencillamente no se le puede creer lo que afirma. Como se sabe, a los problemas que rodean su designación puestos de relieve ayer en esta misma página -la censura congresal de la que fue objeto cuando era ministra de Trabajo, su pasado como defensora de condenados por narcotráfico y lavado de activos, y la decisión de nombrar asesor de la PCM al repudiado Aníbal Torres- hay que sumarle la investigación que le ha abierto la fiscalía por los presuntos delitos de aprovechamiento indebido del cargo y tráfico de influencias agravado. Y es precisamente respecto de esa circunstancia que en los últimos días se le ha detectado una flagrante falsedad.