La renuncia de Humberto Campodónico a la presidencia de Petro-Perú en la coyuntura más dramática de la empresa, ha abierto, nuevamente, el debate de qué hacer con esta. ¿Debemos reflotarla? ¿Privatizarla? ¿O debemos vender sus activos y liquidarla "porque ya está quebrada y no vale nada", como propone Alberto Arispe, gerente general de Kallpa?