Desde estas páginas hemos advertido en innumerables ocasiones sobre el colosal despropósito que ha sido el Proyecto Modernización Refinería Talara (PMRT), emprendido por la empresa nacional Petro-Perú. Por eso, lo sucedido esta semana, lejos de constituir una sorpresa, es solo una consecuencia necesaria de la serie de errores que se han acumulado a lo largo de casi una década alrededor de la refinería. Sin embargo, han sido los pasos en falso de la actual administración los que aceleraron el proceso de decadencia y colapso. (Edición domingo)