El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó las proyecciones de crecimiento del Perú para el 2022 y 2023 ante el desaprovechamiento de los vientos externos favorables, en un contexto local de mayores conflictos sociales, persistente precariedad laboral y alguna incertidumbre política. Los problemas de bajo crecimiento se mantendrían inclusive en el mediano plazo, lo cual pone en riesgo la calificación soberana del país, tal como ha advertido Fitch Ratings esta semana. (Edición sábado)